Con el pasado miércoles de ceniza, se dio comienzo al tiempo de Cuaresma, camino hacia la pascua: "40 días caminando hacia la Pascua de Jesús". La Iglesia nos recuerda que es un tiempo para ayunar, orar y compartir. Precisamente lo que Jesús estuvo haciendo en el desierto, como lo relata pormenorizadamente el evangelio de este primer domingo. La liturgia propone leer el relato de las tentaciones de Jesús. Los cristianos debemos de saber rechazar las tentaciones que hoy en día se nos pueden presentar de diferentes formas (rutinas, enganche al trabajo, compras compulsivas, etc.) Todo ello nos puede conducir a una vida más cómoda y sencilla, pero sin lugar a dudas, nos lleva a una vida menos comprometida con el auténtico mensaje de Jesús. Seamos en esta Cuaresma un ejemplo de comprensión y caridad para todos los que nos rodean.
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